En el río Caparo de nuestro municipio Padre Noguera se ofrece desde hace unas semanas un servicio de Paseo en Lancha por toda la longitud del afluente, iniciando el recorrido desde el embarcadero de siempre, aquel cerca del Club del Río, empezando corriente abajo un emocionante y refrescante trayecto en el que a primera vista nos encontramos sumergidos en un ambiente selvático lleno de vida y multicolor.En la travesía pasamos por las riberas de la aldea El Vegón, cuyos habitantes cultivan la tierra y trabajan la ganadería, con un poco de suerte podremos encontrarnos con algunos de sus habitantes quienes nos saludarán con bastante entusiasmo mientras disfrutan de las refrescantes aguas del río. Dejada la aldea nos adentramos al final de la primera parte del trayecto, llegamos a la zona del dique contenedor, esta importante obra de gran envergadura cuyo propósito es regular las crecidas y bajas del afluente durante las diferentes épocas del año. Allí disfrutamos de un paisaje más amplio, pudiendo divisar algunas viviendas de la aldea El Vegón, así como de un ambiente más exótico, simulando en partes al de los manglares, aunque en reducidas dimensiones.Dando un giro es momento de retroceder y regresar corriente arriba siguiendo el mismo trayecto, pero esta vez para trasladarnos hasta el desemboque (Túneles) de la Represa La Vueltosa (próxima a ser inaugurada), cursamos por paisajes más montañosos y rocosos en un emocionante trayecto vertiginoso, especial para los amantes de la velocidad y la adrenalina. Llegados allí podremos apreciar la fuerza de la naturaleza doblegada ante la sabiduría e ingenio del hombre; un enorme chorro de agua que sale con una potencia abrumadora y se adentra estrepitosamente al caudal del río del cual fue separada tiempos atrás para formar el espejo de lago del cual nos sentimos inmensamente orgullosos los Capareños.Es así como finalmente iniciamos el recorrido de retorno al puerto de desembarque, con el corazón lleno de emoción y entusiasmo, con unas ganas enormes de volver a repetir el recorrido y mientras intentamos desenredarnos el cabello víctima del viento y la velocidad, sonreímos comentando la grata experiencia con nuestros colegas.